Yoni Eggs: ¿Cómo colocar el huevo yoni?

Barcelona

Ya tienes el huevo en tus manos y te dispones a empezar a usarlo: ¿cómo lo vas a introducir? Un consejo: no te lo metas como un supositorio. Respira, vas a ver que es muy fácil.

Lo primero que debes saber es que no es necesario correr. Lo ideal es que, una vez hayas recibido tu huevo, te tomes unos días para familiarizarte con él, durmiendo con él bajo la almohada, sosteniéndolo en tus manos durante un ratito o incluso durmiendo con él colocado en las braguitas sin necesidad de introducirlo en tu vagina.

Cuando sientas que ya es el momento y que quieres introducirlo, lo importante es que ritualices este acto para convertirlo en algo agradable y placentero. Los huevos vaginales o yoni eggs tienen una superficie suave y lisa que hace que sean fáciles de introducir, pero mi consejo es que te tomes tu tiempo.

Puedes empezar estando tumbada y cómoda y tomándote unos minutos para relajarte y hacer unas respiraciones profundas mientras sostienes el huevo entre tus manos. Puedes acompañarlo de un leve masaje en los senos e ir llevando la atención a tus muslos, tu entrepierna y, finalmente, tu vulva.

Cuando te sientas preparada, puedes usar tu huevo para masajear la vulva y ver cómo te sientes. Si lo necesitas, puedes usar algún tipo de aceita natural, como el de coco, de almendras o de caléndula para que el yoni se deslice mejor. 

Finalmente, puedes introducir el yoni egg, con la parte más fina hacia dentro. Te aconsejo que no lo empujes sino que lo introduzcas un centímetro y dejes que los músculos de tu vagina hagan el trabajo. Incluso puedes jugar a pujar hacia fuera o contraer la musculatura.

Una vez el huevo esté dentro, probablemente no vas a sentir su presencia. Quizá sientas su energía, pero los yoni eggs son muy cómodos y apenas se notan en el interior. 

¿Dónde se localiza el huevo una vez dentro?

Tranquila, el huevo no se va a perder. La vagina termina con el cuello del útero o cérvix, que hace de barrera entre tu canal vaginal y tu útero. De hecho el cérvix tiene una diminuta apertura que solo se dilata cuando hacemos trabajo de parto, así que no te preocupes, el huevo no va a ir a ningún sitio. 

De hecho, el huevo tampoco se va a mover libremente por el canal vaginal ni va a llegar a contactar con el cuello del útero. La vagina es muy elástica pero, en estado relajado, sus paredes están pegadas unas con otras y están muy cerca de otros órganos internos como pueden ser los intestinos o la cavidad rectal. De manera natural, el huevo de yoni se va a colocar en la parte posterior de tu cavidad vaginal, cerca de los huesos pélvicos y del recto, en una especie de cuevita en la que permanecerá resguardado.